lunes, 5 de enero de 2015

GALVANOSTEGIA - MATERIAL Y DISPOSITIVOS

GALVANOSTEGIA CAP. (2)

PARA ESTE TIPO DE TRABAJO  RECUERDE USAR LOS ELEMENTOS DE PROTECCIÓN PERSONAL.
Disponga de ropa de trabajo adecuada gruesa y de algodón, mascara respiratoria con filtros de carbón para gases, gafas o escudos faciales completos, guantes, diadémas protectoras, recogerse el pelo, usar gorro, botas de punta protectora dieléctricas, y demás que considere de importancia para la protección del operario, disponga de espacios amplios y con buena ventilación bajo techo.
MATERIAL NO ELÉCTRICO USADO EN GALVANOSTEGIA
CUBAS.

Los tanques para el recubrimiento varían con la naturaleza de los electrolitos y de la temperatura empleada. Generalmente son de madera. Para los baños que trabajan en caliente, se emplean cubas de hierro esmaltado resistente a los ácidos y álcalis. La capacidad máxima es de 2000 litros llevando un reborde en la parte superior que permite apoyarse al operario.
En barro vidriado y en gres también se utilizan las cubas con una capacidad máxima de 1000 litros y se recubren con madera en su superficie externa para protegerlas de los posibles golpes.
Las cubas más utilizadas son las de maderas con forma de paralelepípedo, como ilustra la (fig. 3)
está formada por una serie de tableros ensamblados y asegurados mediante riendas de hierro. Las ensambladuras se muestran en la (fig. 4).
En el caso de que los baños sean neutros, se puede usar desnuda la madera, pero si son ácidos o alcalinos, las paredes internas se protegen dándoles una mano de goma, alquitrán (neme), o una mescla de alquitrán y resina que se aplican en caliente hasta lograr una capa uniforme y de un espesor de hasta 15 milímetros. En otros casos se emplea como aislante plomo o pizarra. Si son más de una cuba, se conectan en paralelo con la fuente de electricidad, de tal modo que uno de sus lados más cortos quede contra la pared, el espacio entre cubas será mínimo de un metro para poder tener movimiento entre cubas de manera amplia lo que nos garantiza seguridad, movilidad y reacción ante cualquier complicación que se presente. Cada CUBA lleva voltímetro, amperímetro, tablero de resistencias y demás accesorios eléctricos. 
ELECTRODEPOSICIÓN DE METALES:
Se limpia la superficie del objeto metálico para dejar libre de óxido, grasa o cuerpos extraños, se pule con lija para metal y luego se lava para librar toda posible adherencia de grasa, el objeto se lleva al baño de recubrimiento, donde se conecta con el polo negativo de la fuente eléctrica. Los ánodos se conectan al otro polo y se abre el paso de la corriente. Se recomienda dar paso de corriente después de que el objeto este dentro del electrolito.
Para esta operación son varios los elementos requeridos.
Cuba electrolítica de madera: (FIG3)
Esta se ensambla en una serie de tableros de dos en dos para cada pared lateral como se ve en la figura 3 y se asegura mediante riendas o varillas roscadas que atraviesan las maderas en los bordes para ser aseguradas con tuerca y arandelas en cada punta de las varillas asi de dos varillas en cada lado corto de la cuba, tenga en cuenta que los cortes de la madera deben ser exactos a 90 grados para que produzca un sellamiento hermético en todas sus esquinas.
En la ( fig. 4)  se ve como es el ensamblaje de los tableros para cada lado si es con dos o más tablas de madera maciza de 20mm aproximadamente. Los tableros se ensamblan y se aseguran con riendas o goznes de hierro (una especie de grapa) la cual queda por la parte externa de la cuba.
BARRAS DE SUSPENSIÓN: (fig. 5)

Estas se colocan sobre los bordes de la cuba paralelamente  a sus lados más largos, están destinadas a suministrar la corriente  a los ánodos y a los objetos a recubrir y son de material de latón (bronce).
Generalmente los puntos a tocar en los bordes de la cuba se aíslan para el anclaje de estas barras de suspensión.
BORNES DE CONEXIÓN: (fig. 6)

Es indispensable que las conexiones sean buenas bien apretadas para evitar pérdidas de corriente, la distancia entre las barras de los ánodos y los cátodos es de unos 20 cm entre si aproximadamente aunque esa distancia puede variar según el tamaño de las piezas a recubrir.
GANCHOS PARA SUSPENDER LOS ÁNODOS (fig. 7 y 8)
Estos suelen ser de latón y se les da infinidad de formas según las necesidades de cada operación.
ÁNODOS:
 estos pueden ser solubles o insolubles. Los solubles están constituidos por láminas purísimas de metal a depositar, las cuales con el desarrollo de la operación se van disolviendo en el electrolito para mantener su riqueza, estos se fijan a los ganchos de suspensión, en el caso si son insolubles, la solución va perdiendo su fuerza por lo que deberá reponerse. Los ánodos insolubles suelen ser de carbón, plomo, o platino y se recurre a su uso cuando resulta muy costoso usar los solubles en el caso de los dorados. (De la colocación de los ánodos depende el éxito de la operación, se trata de que este lo más simétrico posible con respecto al cátodo.
CANASTO PARA GALVANOSTEGIA: (cuando las piezas a tratar son pequeñas) se unen unas a otras con alambre de latón que por último se fija a uno de los ganchos. Los objetos que no sea posible unir se colocan dentro de una sesta de latón de mallas grandes el que se suspende en el electrólito, conviene remover estos objetos alternadamente para asegurar un deposito uniforme.
TAMBORES PARA GALVANOSTEGIA: (fig. 10)
estos se emplean para agitar los objetos sometidos a la deposición electrolítica.
El más sencillo esta hecho de madera que gira alrededor de su eje, este cilindro se sumerge en la cuba pero no su eje si es metálico, los tambores con ánodo central es uno de los mejores modelos y está construido del siguiente modo: el ánodo es una lámina de metal a la que se ha dado forma cilíndrica, en cada base de este cilindro va un travesaño que lleva un agujero en su parte central y por el cual pasa el eje. El tambor propiamente dicho es un cilindro de aluminio fundido perforado y reforzado en sus dos extremos por sendos círculos de aluminio fundido. Estos círculos sirven para fijar las bases del cilindro, que son de madera parafinada recibiendo la corriente por una escobilla de frotamiento. El eje del ánodo atraviesa estos discos por su parte central. El cilindro  se carga por un orificio practicado en su pared, tiene forma rectangular i se cierra herméticamente con una puerta con marco de aluminio.
CALENTAMIENTO DE LOS BAÑOS: sabido es que el calor favorece el recubrimiento metalico pues permite el empleo de una densidad mayor de corriente la cual acelera el trabajo. En cada caso se devera estudiar el medio conveniente para mantener la temperatura estable, se pueden usar resistencias eléctricas o ductos de agua caliente desde un calentador.
          
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LEYES Y GENERALIDADES APLICADAS A LA GALVANOSTEGIA